Página web para restaurante con WordPress
Hace poco, aproximadamente cuatro meses, abrió cerca de mi casa un nuevo restaurante de un chef prometedor con cartas degustación. Pintaba muy bien la verdad, me gusta probar sitios nuevos.
Lo probé, no.
Fui, no.
¿Por qué?
No me dio tiempo.
Me explico. Cuando algún negocio abre y me entero, me gusta revisar su marketing, la página web del restaurante, redes sociales y todo lo relacionado con el negocio para conocer algo más y poder ver que ofrecen en sus menús. Y si todo va bien, probarlo.
No nos engañemos, lo hacemos todos. Nos enteramos de algo y buscamos en internet para informarnos de que es, como funciona y si nos apetece visitarlo.
El caso es que, con este restaurante, hice lo mismo, me dirigí a internet, concretamente a Google ya que no encontré ni una referencia a su página web ni en su escasa publicidad, ni en su local, visto desde la calle, claro está.
¿y que encontré?
En la primera búsqueda en Google, encontré un par de anuncios en periódicos elogiando al buen chef, su trayectoria y buen hacer. Perfecto, ya lo conocen y dan buenas referencias. Primer paso dado.
El segundo y era mirar si tenía página web y como era.
A ver, Haber
Una página web puede ser mayormente blanca, eso es así, pero nunca, nunca puede estar en blanco. Tengamos ese sutil punto en cuenta.
Después de navegar durante un minuto, no fuí capaz de encontrar la carta, ni nada que se le pareciese, únicamente los precios de los menús degustación y el número de platos.
Ni fotos
Ni descripciones
Ni platos de exposición.
nada
¿Fotos del local?, una y hecha de tal manera que parecía que estaba mal enfocada. Mal empezamos
Descripciones, las normales para un restaurante, las que todo el mundo lleva utilizando desde que se empezaron a crear webs de restaurantes. Ya sabes.
Ambiente familiar, servicio exquisito, te cuidamos, local emblemático, ven a vernos, te esperamos, todo pensado para ti … y un sinfín de frases hechas que suenan a vacías en nuestros oídos.
La parte buena de estas descripciones, para el que diseña la página web, es que sirven para casi todo. Si imaginas algún negocio de atención al público y las lees, podrás adaptarlas a ese negocio. Increíble ¿no?, pruébalo.
Imagina un hotelito rural y lee las descripciones otra vez. Imagina un gimnasio y hazlo de nuevo, imagina, bueno imagina lo que quieras y léelas, verás que divertido, y es que sirven para casi todo. En realidad, son buenas para todo, pero buenas para nada, no dicen nada.
En un lugar muy, pero muy visible de la página web, como no podía ser menos, encontré enlaces a sus redes sociales, concretamente a Instagram y Facebook para que pudiese ver las fotos que tenían publicadas de sus platos.
Bueno, mejor dicho, foto y plato.
dos, no
tres, no
una.
Esto va de mal en peor.
El caso, que no fui a probarlo, nada me invitaba a ir y decidí dejar pasar el tiempo a ver si me animaba, la verdad, no me apetecía ir a preguntar y llevarme media hora de explicaciones con la persona que me atendiese y que seguro tenia cosas más importantes que hacer que aguantar mis dudas.
Cuando volví a entrar, habían pasado dos meses desde su apertura, y ahí me llevé la primera sorpresa, bajada de precios y de platos del menú degustación.
Estaba claro que probaba nuevas formas de elevar el negocio. Las redes sociales ya tenían la friolera de 6 fotos, todo un lujo.
Decidí seguir esperando.
Un mes después, vuelta a la página web y a las redes sociales, los precios habían bajado de nuevo y el número de platos también, incluso había puesto una terraza para un tapeo más furtivo y relajado.
El negocio, estaba probando nuevas maneras de generar o de sobrevivir.
Decidí seguir esperando.
Y como el Karma es como es, por esperar, no pude ir. Cuando pasé otro día, ya estaba cerrado, había durado cuatro meses. Cuatro. Los pasos dados, no lograron reflotar el negocio.
Ni bajada de precios, ni bajada de platos, ni terraza, nada fue capaz de hacerlo sobrevivir, de hacerlo funcionar y a las pruebas me remito.
¿Por qué?
En mi opinión no solicitada, es simple.
La importancia de tener una buena página web que muchos no ven y la tienen porque alguien ha dicho que hay que tenerla, pero no ven su verdadero potencial.
Una página web sin información, mal estructurada, difícil de navegar, con textos simples y aburridos que al menos estaba adaptada para móviles es la mejor manera de que no sepan que haces.
Unas redes sociales descuidadas, pobres y no actualizadas, la mejor para que crean que ya has cerrado antes de abrir.
Un marketing o mejor dicho un no marketing para tu negocio es como abrir una tienda en el desierto.
Cuando montas un restaurante y no vienen cliente, adiós, pero como van a venir clientes si no sabes que has abierto o no saben qué haces o donde estás o cuando abres. Eso es una recta hacia la meta. Tu dinero tirado a la basura, clientes que nunca irán a tu negocio y deudas para repartir.
Un cierre total.
¿Cómo debe ser la web de un restaurante?
En mi humilde opinión
Cuando montas un restaurante, cuidas todos los detalles.
Seguro que lo haces, tu local está decorado para enamorar, para que el comensal disfrute de las sensaciones desde que entra y por supuesto tus platos, su presentación, su sabor, su imagen.
Estoy seguro que has pensado hasta en el momento de pagar la cuenta, para que sea una experiencia gratificante y única para tu visitante.
Has pensado todo para sentir, disfrutar y salir con la mejor experiencia y para que quieran volver.
Entonces, porque tu página web es tan descuidada o casi inexistente. Porque encargas tu web al primero que te dé el presupuesto más bajo.
Hay que pensar en tu negocio, en ti, en tu forma de hablar, en tu pasión y hay que créalo en una web.
Si vendes sensaciones, tu web tiene que transmitirlas.
Si tienes reservas, tienen que poder hacerse online, nadie quiere quedarse esperando a que le cojan el teléfono.
No estás vendiendo charcutería. Tu web tiene que representar tu marca y nutrirse de ella y de tus logros.
Tienes que tener una página web que invite a tu visitante a querer ir a probar nuevas experiencias, que sienta que se está perdiendo la degustación de su vida.
Y nunca, repito para que quede claro NUNCA pongas tus redes sociales en tu página web. Todo, repito de nuevo TODO tiene que terminar en tu sitio web. No al revés.
Si pones tus redes sociales, casi seguro, que tu visitante pulsará y por muy cuidada que la tengas, al final, encontrará algo que le llamará la atención y se dispersará en otras cosas o leyendo las redes de otros.
Tus redes sociales tienen que llevar visitas hacia tu web. No al revés. Si los dueños de Instagram y Facebook quieren visitas, que pongan anuncios ellos y los paguen.
Todo lo que crees, TODO tiene que acabar en el centro de tu negocio en internet. La página web de tu restaurante.
Las redes sociales sirven para mostrar imágenes, descripciones, videos, anuncios o para que te encuentren más rápido, pero para que tus visitantes, acaben en tu sitio web.
Respecto al Marketing, que voy a decir.
Si no tienes, no tienes.
Pero
Siempre puedes hacer algo, escribir artículos, pedir reseñas, colaborar en publicaciones, hacer SEO local.
Si, si lo sé, una imagen vale más que mil palabras, pero, eso no siempre es así. ¿Una imagen de un plato, te dirá que hay en ese plato? O que sentirás al tomarlo, o ….
No, una imagen me dirá que la presentación está cuidad y ya está. Hay que escribir, hay que contar y hay que sorprender.
Con eso, ya empezarás con tu Marketing Digital, concretamente con el SEO de tu web que no es poco.
Quería contarte esto para que veas de alguna forma, la importancia de tener una página web diseñada para que invite a tu usuario a hacer lo que tú quieres que haga y no a esperar eternamente a que algo pase.
Si haces esto, tu restaurante triunfará, no lo sé, pero una cosa si se seguro, si no lo haces, repetirás la historia.
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